miércoles, 21 de octubre de 2015

Nuevo libro: Nadie escuchó el último secreto

Esta vez, Marangoni explora el microrrelato. Su nueva obra se divide en cuatro capítulos: Infancia, La biblia, Policiales y Mundos posibles, cada uno está integrado por textos brevísimos que narran aventuras donde el único hilo conductor es el género. Fueron más de dos años de trabajo para escribir más de cien microrrelatos.

La escritura de Marangoni parece matemática en primera instancia, pero es más bien sintética. La intención fue ensamblar historias completas usando la menor cantidad posible de palabras, no por un desafío literario o científico, sino por curiosidad. Parece que el objetivo fue ajustar las clavijas al máximo y aun así lograr una narración que oscile entre la linealidad y la metáfora. Los microrrelatos de Marangoni ni siquiera tienen título. Uno de ellos, el más breve del libro, se resuelve apenas en cinco palabras. Incluso hay uno de una palabra. Y uno de una letra. Todo es coherente, no hay trampas. El resultado es un juego de ingenio pensado hasta el más mínimo detalle.

Los cuatro capítulos son universos en sí mismos. No hay enlaces, tampoco fórmulas de redacción. El humor es la primera premisa. Los textos La edición es de La bola editora.
no buscan ser académicos ni eruditos, por el contrario, la idea es clara y también un riesgo: escribir breve.

Contratapa, por Camilo Sánchez

Agustín Marangoni, en este libro de microrrelatos, se ríe de los formatos tradicionales. Lo suyo es un allegro ma non tropo que toma cuerpos diversos, algo así como bromas-haiku o ciertos pensamientos furtivos de los que configuran el mundo. Es decir, arma su propio big bang y se baja, para fumar, justo antes de que el colectivo atraviese, en la próxima avenida, esa barrera baja.